viernes, enero 05, 2024

EL CÁNCER DE LA UNIVERSIDAD… Y SU CURA

 

EL CÁNCER DE LA UNIVERSIDAD… Y SU CURA

Por el Mg. Luis Arbaiza

La mayoría de alumnos son sanos, y como todos los jóvenes simpatizan con lo justo, lo bueno y lo verdadero, pero hay una minoría pequeña, casi solo un alumno/a por salón que tiende a lo malo, sus características son estas:

1.-Bajísimo rendimiento académico

2.-Bajo nivel moral

3.-Alta agresividad

 Estos 3 rasgos tienen una sola explicación:

Los alumnos menos cognitivos, son los más agresivos. Violencia y poca cognitividad correlacionan al tener la misma causa: bajo desarrollo del cerebro moderno o neocortex 


En el neocórtex está la base neuronal de los rasgos más elevados del ser humano: inteligencia, valores, asertividad, sentimientos superiores, autocontrol, capacidad creativa, refinamiento, etc.

 

Muchas cosas frustran el desarrollo completo del cerebro moderno:  malnutrición infantil crónica, sufrimiento fetal, abandono parental o simplemente malos genes para el desarrollo del sistema nervioso. Estos alumnos de inicio son víctimas de esas circunstancias, pero pasan a victimarios, se convierten, usando palabras de Dostoyevski en “gusanos venenosos”, el cáncer de la universidad.  Como carecen de sistema moral son corruptos y tramposos, como carecen de autocontrol, son agresivos y atacan a los profesores sin tapujos, están dominados por lo que se denomina “cerebro reptil” así se ve la paradójica y triste escena de ver a un académico con todo su bagaje profesional e intelectual siendo reducido o amenazado por un/a chiquillo/a descontrolado/a.

 El miedo de los demás los deja avanzar pues, al carecer de autocontrol o autoconsciencia de sus propias capacidades, son infinitamente ambiciosos.

Y si carecen de cualidades, ¿Cómo logran avanzar tanto? Pues su única arma en la vida es su maldad, su capacidad de destruir. Destruir, como enseña la 2da ley de la termodinámica, es más fácil que construir, amenazar, complotar, mentir, son sus métodos típicos.

Los políticos a veces cometen el error de apoyarlos, los creen útiles, pues saben que estos estudiantes no tienen frenos y harán cualquier bajeza, de hecho, al no tener un sistema de reflexión moral ni saben que hacen el mal. Otros simpatizan con ellos simplemente porque los iguales se gustan.

Los profesores les temen y los dejan hacer para evitarse problemas.

Así, la universidad termina acogiendo como sus engreídos a los peores alumnos y descuida a los buenos, que son la inmensa mayoría.

 

 LA CURA

1.-Los políticos no deben apoyarlos, de hecho, hacerlo los perjudica, pues los demás alumnos los conocen y detestan, tenerlos en sus listas de candidatos o miembros de apoyo solo les restarán votos.

2.- El docente debe evaluarlos justamente, y no temer jalarlos si es lo correcto, un docente es como un jardinero: riega, fertiliza, siembra, pero también debe arrancar la mala hierba.

3.-Los alumnos no deben votar a las listas con esos integrantes.

 En la antigua Grecia, ahí donde el ser humano fue más inteligente y sofisticado que en ninguna otra época, los niños defectuosos eran arrojados del monte Taygetos. Un acto cruel para preservar su raza, no avalo esa crueldad, pero creo que esos alumnos deben ser arrojados de la universidad. Fuera está el mundo que les corresponde. Y la universidad debe reconciliarse con los buenos alumnos que abundan y esperan.