POEMAS
TUS OJOS
Tus ojos son severos,
son una puerta entreabierta que nunca he cruzado
por temor, quizás...
He dibujado en tantos
papelitos tus ojos
que ahora rodarán en distintos puntos de la ciudad.
Cuántas cosas aún no comprendo de ti.
Las completo de sueños,
de recuerdos,
de detalles necesarios a mi inconsciente
y quizá, de mi poder de premonición.
Además, para encubrir aún más mi ignorancia,
te he dado otro nombre.
He dado en pensar que eres un tigre
y por eso persistes
violento e ingenuo,
asesino y niño.
Pero me entristece saber cuán rápido pasa el tiempo.
Aún permaneciendo quietos veo al tiempo esfumar esas formas con
las que te recuerdo.
Temo que antes de conocerte
nos desvanezcamos en recuerdos a la deriva.
Que se pierda este mundo en otros.
y sólo quede ese cielo sin estrellas, la garúa y el frío.
Pero,
tal vez el tiempo alcance
y un día
se tienda un puente entre los dos,
hecho de algún material precario, como un aire o una esperanza.
Un camino hasta ti en el que tú también llegues a mí,
y por fin pueda cruzar
tu mirada sin respuestas.
POEMA EMISARIO
Sobre mi tristeza de hoy,
El verdadero meollo del asunto es
Que no estás a mi lado mirando conmigo el techo;
Que no he llegado un poco tarde para empezar a estar juntos;
Que no estás en un punto de las plataformas impaciente esperando que yo llegue;
Que no habrá un pasillo o una escalera en la que de pronto nos den ganas, y nos abracemos, y en esa intensidad que es el abrazo sintamos lo esencial de nosotros mismos, y te cerciores de que no sólo vivimos en esta casa, sino uno dentro del otro.
El meollo de mi tristeza, esta tarde vacía,
Es que comienzo a aceptar que somos dos ríos,
Cada uno con su propio camino hacia el mar.
Que el tiempo que nos queda antes de llegar a la sombra, no será compartido
Como soñé tantas veces mientras te miraba de lejos.
He estado explorando por tus territorios y no te he hallado, no has huido de mí, sino que no sabías que te andaba buscando. Pero algo me hace temer
Que no sólo era azar ese desencuentro entre tú y yo;
Que hubo algo de intención de tu parte.
Otros oirán en la intimidad de una tarde cualquiera esas cosas que te preocupan tanto.
Y no seré yo quien halle las palabras que te animen, y no cosecharé la forma linda en que sonríen tus ojos.
A pesar de que me asusta más que cualquier cosa buscarte,
A pesar de que presiento que sólo tú me podrías dar
Ese abrazo que hace que uno se pierda en el tiempo, como decías.
¿No estarás en mi futuro?
Si es así, qué poca importancia tiene el mundo que me queda.
Aunque contigo
Desearía más que nunca vivir,
Vivir para siempre.
La explicación última de mi tristeza y de mi cansancio esta tarde, es que aún malgasto mi tiempo esperándote.
LEY DE CAUSALIDAD
En unos minutos vendrás,
Te espero impaciente...
Pienso en cuántas cosas se deben cumplir todavía en el mundo antes de que tú llegues,
Aunque sólo son unos minutos.
Su vastedad la siento en esta helada banca.
Temeroso como si el pasado pudiese cambiar, enumero esas coincidencias y azares de las que dependió nuestro encuentro en la vastedad.
Noto que esos requisitos no se acaban ahí, que hizo falta más.
Por ejemplo, toda tu infancia y la precisa historia de nuestros miles de antepasados para que esta noche ocurra
Tal como está ocurriendo.
Te espero,
Endulzo los segundos pensando en ti.
Ahora sé que todo el pasado y su repertorio de detalles y pormenores han hecho falta.
No sólo nuestro pasado, sino el del cosmos entero,
Todo el mundo ha colaborado para que existas.
Todo el universo ha sido preciso
Para que vengas esta noche y pases conmigo estas horas a mi lado.
Ya te veo,
Estoy frente a un hecho demasiado singular.
Ya te veo viniendo por el puente, y comprendo al ver la belleza de tus ojos
Que la dulzura de estas horas a tu lado
No podría haberle costado menos al universo.
DISTANCIA ENTRE DOS PUNTOS
Esta noche estoy tan enamorado,
Tan injustamente enamorado.
Pero es tan buena la noche
Que está generosamente cargada de estrellas.
Qué mala suerte estar enamorado así.
Hoy confío en la malvada ciudad
Y sé que no importa cuánto corra por la arquitectura vacía de la noche.
No me perderé.
Las más dulces notas nacen y caen como flores
Mientras sus formas conspiran para darle ser y belleza
A mí afligido sentimiento.
Una belleza profunda pero indolente,
Como tú, a veces.
Estoy tan sensible, tan demasiado consciente de cada nota, de cada pausa
De esta delicada música
Que se construye y avanza como un oleaje, como un arrebato de viento.
Pero más dulces que esos saltos de la melodía
Son esos breves segundos
En que creo que me quieres.
Es bueno estar así,
Tan injusta y precariamente enamorado,
Porque sé que reservas
Un lugar y unas horas para mí.
Y así tu mirada, tus tibias manos, le cederán un poco de su belleza
A esta noche,
A las estrellas,
A la música
Que respiro y que sueño.
Esta noche tan infinitamente lejos de ti.
TE EXTRAÑO
Las cosas con las que a veces te siento, las más...
Con las que tejo tibios desiertos: te extraño.
Les da a veces y son todo. Un cielo encima de mí, incansable planeta debajo. Se abren rosas áridas en las playas, la infinita caída de las estrellas, mas en mis manos se asoman las rosas que no pudieron nacer. Pobres como mi alma, sin fragancia, se esconden de la oscuridad del día y del grito de la noche. Soñamos juntos que no hay nada afuera, ni la ciudad, ni detrás del cielo más planetas. Detrás tengo un armario. En las noches es una mancha oscura donde te guardo, sabiéndote lejos. Allá mis libros: algunos son caminos de tierra, paisajes extraviados. Los más son dueños de mi voz verdadera y cuando ellos se pierdan, con ellos me iré de verdad, no con la muerte que se ha de comer todos los niños que he podido ser. El caso es que no te tengo ni en mi mente, como he creído; el caso es que estoy solo, pariéndome a mí mismo en cada palabra, nada entre renglón y renglón................. Te extraño.
AMOR ROTO
Mi amor por ti es un árbol al que se le empiezan a caer las hojas.
Ahora continúa vivo, incluso creciendo lentamente, pues sólo han pasado unos minutos, tal vez ya una hora, desde que me dijiste que no puedes enredar tu corazón con el mío.
Sin embargo, cómo se demoran las cosas en morir, cómo quieren como niños tercos persistir en su misma forma.
Me ausculto y encuentro ahí, intacta y perfecta como una flor recién cortada, la felicidad que es estar a tu lado, mi convicción de olvidarme completamente del mundo y dedicarme sólo a mirar dentro de tus ojos.
Este sentir muerto insiste, como un pájaro ciego;
Siento su aleteo y sus golpes en la oscuridad de mi corazón.
Aún persistirá en los próximos días dando sus últimas flores,
entibiándose en el sol frío de tu belleza.
Todavía acogerá algún nido, y algún pajarito verá la luz bajo su cuidado.
Desde mi madera cansada siento las lejanas y húmedas nubes, cada vez más lejos.
Las tardes que fueron nuestras hoy empiezan a ser pasado, e incluso esta noche que escribo ya es pasado.
Qué bueno es estar en este pasado, que hoy sólo estés tú y sólo esté yo, dueños de esta fresca y triste noche, y que esta intimidad de compartir este minuto sea un precario nosotros.
Todo árbol es ciego, y sin embargo se estira con todas sus fuerzas hacia la luz que nunca verá.
El mío creció tanto que se demorará mucho en morir, aunque me hayas dicho (me cuesta escribirlo) que no me quieres.
No puedo ver el futuro, sólo sé que no debe ser igual de bello que esta última noche contigo.
Qué bueno que sólo han pasado unos minutos, que aún puedo decirte sin dolor que te quiero, que aún me hace feliz quererte.
AUNQUE NUNCA TE LLEVASE FLORES
¿Qué más podría hacer sino pretender que aún estás? Me siento mientras se pudre la vida dentro de mí, porque mi vida no puede ya avanzar delante del punto donde tú ya no estás. El resto de mí mismo continúa sólo por la inercia necia de la materia, pero mis sentimientos deambulan como fantasmas por todos esos lugares donde todavía eras, donde yo todavía era, por un museo roto de nosotros mismos. Un triste museo hecho de ideas.
M., duermo sin sueño, como sin hambre, miro playas sin olas, siento el viento, siento la noche estrellada y no siento nada. ¿A dónde has ido? Estás en un lugar donde ni siquiera muriendo podría unirme de nuevo a ti. ¿Y qué hago para encontrarte si no estás ni en la vida ni en la muerte?
En mi imaginación, aún camino contigo por calles que se borran. Discuto, pienso en ti, paso del infierno al paraíso, de la lluvia a sol, y continúo andando, aunque sé que estoy quieto, durmiendo sin sueño, solo, soñando contigo…
Tus ojos son severos,
son una puerta entreabierta que nunca he cruzado
por temor, quizás...
He dibujado en tantos
papelitos tus ojos
que ahora rodarán en distintos puntos de la ciudad.
Cuántas cosas aún no comprendo de ti.
Las completo de sueños,
de recuerdos,
de detalles necesarios a mi inconsciente
y quizá, de mi poder de premonición.
Además, para encubrir aún más mi ignorancia,
te he dado otro nombre.
He dado en pensar que eres un tigre
y por eso persistes
violento e ingenuo,
asesino y niño.
Pero me entristece saber cuán rápido pasa el tiempo.
Aún permaneciendo quietos veo al tiempo esfumar esas formas con
las que te recuerdo.
Temo que antes de conocerte
nos desvanezcamos en recuerdos a la deriva.
Que se pierda este mundo en otros.
y sólo quede ese cielo sin estrellas, la garúa y el frío.
Pero,
tal vez el tiempo alcance
y un día
se tienda un puente entre los dos,
hecho de algún material precario, como un aire o una esperanza.
Un camino hasta ti en el que tú también llegues a mí,
y por fin pueda cruzar
tu mirada sin respuestas.
POEMA EMISARIO
Sobre mi tristeza de hoy,
El verdadero meollo del asunto es
Que no estás a mi lado mirando conmigo el techo;
Que no he llegado un poco tarde para empezar a estar juntos;
Que no estás en un punto de las plataformas impaciente esperando que yo llegue;
Que no habrá un pasillo o una escalera en la que de pronto nos den ganas, y nos abracemos, y en esa intensidad que es el abrazo sintamos lo esencial de nosotros mismos, y te cerciores de que no sólo vivimos en esta casa, sino uno dentro del otro.
El meollo de mi tristeza, esta tarde vacía,
Es que comienzo a aceptar que somos dos ríos,
Cada uno con su propio camino hacia el mar.
Que el tiempo que nos queda antes de llegar a la sombra, no será compartido
Como soñé tantas veces mientras te miraba de lejos.
He estado explorando por tus territorios y no te he hallado, no has huido de mí, sino que no sabías que te andaba buscando. Pero algo me hace temer
Que no sólo era azar ese desencuentro entre tú y yo;
Que hubo algo de intención de tu parte.
Otros oirán en la intimidad de una tarde cualquiera esas cosas que te preocupan tanto.
Y no seré yo quien halle las palabras que te animen, y no cosecharé la forma linda en que sonríen tus ojos.
A pesar de que me asusta más que cualquier cosa buscarte,
A pesar de que presiento que sólo tú me podrías dar
Ese abrazo que hace que uno se pierda en el tiempo, como decías.
¿No estarás en mi futuro?
Si es así, qué poca importancia tiene el mundo que me queda.
Aunque contigo
Desearía más que nunca vivir,
Vivir para siempre.
La explicación última de mi tristeza y de mi cansancio esta tarde, es que aún malgasto mi tiempo esperándote.
LEY DE CAUSALIDAD
En unos minutos vendrás,
Te espero impaciente...
Pienso en cuántas cosas se deben cumplir todavía en el mundo antes de que tú llegues,
Aunque sólo son unos minutos.
Su vastedad la siento en esta helada banca.
Temeroso como si el pasado pudiese cambiar, enumero esas coincidencias y azares de las que dependió nuestro encuentro en la vastedad.
Noto que esos requisitos no se acaban ahí, que hizo falta más.
Por ejemplo, toda tu infancia y la precisa historia de nuestros miles de antepasados para que esta noche ocurra
Tal como está ocurriendo.
Te espero,
Endulzo los segundos pensando en ti.
Ahora sé que todo el pasado y su repertorio de detalles y pormenores han hecho falta.
No sólo nuestro pasado, sino el del cosmos entero,
Todo el mundo ha colaborado para que existas.
Todo el universo ha sido preciso
Para que vengas esta noche y pases conmigo estas horas a mi lado.
Ya te veo,
Estoy frente a un hecho demasiado singular.
Ya te veo viniendo por el puente, y comprendo al ver la belleza de tus ojos
Que la dulzura de estas horas a tu lado
No podría haberle costado menos al universo.
DISTANCIA ENTRE DOS PUNTOS
Esta noche estoy tan enamorado,
Tan injustamente enamorado.
Pero es tan buena la noche
Que está generosamente cargada de estrellas.
Qué mala suerte estar enamorado así.
Hoy confío en la malvada ciudad
Y sé que no importa cuánto corra por la arquitectura vacía de la noche.
No me perderé.
Las más dulces notas nacen y caen como flores
Mientras sus formas conspiran para darle ser y belleza
A mí afligido sentimiento.
Una belleza profunda pero indolente,
Como tú, a veces.
Estoy tan sensible, tan demasiado consciente de cada nota, de cada pausa
De esta delicada música
Que se construye y avanza como un oleaje, como un arrebato de viento.
Pero más dulces que esos saltos de la melodía
Son esos breves segundos
En que creo que me quieres.
Es bueno estar así,
Tan injusta y precariamente enamorado,
Porque sé que reservas
Un lugar y unas horas para mí.
Y así tu mirada, tus tibias manos, le cederán un poco de su belleza
A esta noche,
A las estrellas,
A la música
Que respiro y que sueño.
Esta noche tan infinitamente lejos de ti.
TE EXTRAÑO
Las cosas con las que a veces te siento, las más...
Con las que tejo tibios desiertos: te extraño.
Les da a veces y son todo. Un cielo encima de mí, incansable planeta debajo. Se abren rosas áridas en las playas, la infinita caída de las estrellas, mas en mis manos se asoman las rosas que no pudieron nacer. Pobres como mi alma, sin fragancia, se esconden de la oscuridad del día y del grito de la noche. Soñamos juntos que no hay nada afuera, ni la ciudad, ni detrás del cielo más planetas. Detrás tengo un armario. En las noches es una mancha oscura donde te guardo, sabiéndote lejos. Allá mis libros: algunos son caminos de tierra, paisajes extraviados. Los más son dueños de mi voz verdadera y cuando ellos se pierdan, con ellos me iré de verdad, no con la muerte que se ha de comer todos los niños que he podido ser. El caso es que no te tengo ni en mi mente, como he creído; el caso es que estoy solo, pariéndome a mí mismo en cada palabra, nada entre renglón y renglón................. Te extraño.
AMOR ROTO
Mi amor por ti es un árbol al que se le empiezan a caer las hojas.
Ahora continúa vivo, incluso creciendo lentamente, pues sólo han pasado unos minutos, tal vez ya una hora, desde que me dijiste que no puedes enredar tu corazón con el mío.
Sin embargo, cómo se demoran las cosas en morir, cómo quieren como niños tercos persistir en su misma forma.
Me ausculto y encuentro ahí, intacta y perfecta como una flor recién cortada, la felicidad que es estar a tu lado, mi convicción de olvidarme completamente del mundo y dedicarme sólo a mirar dentro de tus ojos.
Este sentir muerto insiste, como un pájaro ciego;
Siento su aleteo y sus golpes en la oscuridad de mi corazón.
Aún persistirá en los próximos días dando sus últimas flores,
entibiándose en el sol frío de tu belleza.
Todavía acogerá algún nido, y algún pajarito verá la luz bajo su cuidado.
Desde mi madera cansada siento las lejanas y húmedas nubes, cada vez más lejos.
Las tardes que fueron nuestras hoy empiezan a ser pasado, e incluso esta noche que escribo ya es pasado.
Qué bueno es estar en este pasado, que hoy sólo estés tú y sólo esté yo, dueños de esta fresca y triste noche, y que esta intimidad de compartir este minuto sea un precario nosotros.
Todo árbol es ciego, y sin embargo se estira con todas sus fuerzas hacia la luz que nunca verá.
El mío creció tanto que se demorará mucho en morir, aunque me hayas dicho (me cuesta escribirlo) que no me quieres.
No puedo ver el futuro, sólo sé que no debe ser igual de bello que esta última noche contigo.
Qué bueno que sólo han pasado unos minutos, que aún puedo decirte sin dolor que te quiero, que aún me hace feliz quererte.
AUNQUE NUNCA TE LLEVASE FLORES
¿Qué más podría hacer sino pretender que aún estás? Me siento mientras se pudre la vida dentro de mí, porque mi vida no puede ya avanzar delante del punto donde tú ya no estás. El resto de mí mismo continúa sólo por la inercia necia de la materia, pero mis sentimientos deambulan como fantasmas por todos esos lugares donde todavía eras, donde yo todavía era, por un museo roto de nosotros mismos. Un triste museo hecho de ideas.
M., duermo sin sueño, como sin hambre, miro playas sin olas, siento el viento, siento la noche estrellada y no siento nada. ¿A dónde has ido? Estás en un lugar donde ni siquiera muriendo podría unirme de nuevo a ti. ¿Y qué hago para encontrarte si no estás ni en la vida ni en la muerte?
En mi imaginación, aún camino contigo por calles que se borran. Discuto, pienso en ti, paso del infierno al paraíso, de la lluvia a sol, y continúo andando, aunque sé que estoy quieto, durmiendo sin sueño, solo, soñando contigo…
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